Una escapada no le hace mal a nadie {Ez}

Salí a recorrer el bosque, era consciente de que era más de media noche. Pero me traía sin cuidado, era mejor aún. Con tal de que no me pillaran estaba todo bien. Mientras caminaba recordé la idiota discusión con Leon.

-Tan imbécil- mascullé enojada. Sacó una leve cajita que siempre llevaba y la abrió dejando al descubierto pequeñas pastillitas, cogió tres y se las tomó de una. Sólo debía esperar a que me causaran efecto.

Ezequiel estaba sentado en la rama de un árbol con la mirada perdida. Oyó los murmullos de una persona enfadada. Una chica, evidentemente.. bajó su mirada felina hasta ella, que estaba justo debajo. Carraspeó para llamar su atención. Apenas llevaba unos días pero ya era famoso en ese antro.. no era otro que el 'buenorro alemán'. Nombre que él no se había puesto, de eso se habían encargado las chicas del lugar.

Escuché un leve carraspeo, e indudablemente diriguí mi mirada hacía la fuente del sonido. Mi mirada se topo con un chico que estaba por sobre mi. No es que la iluminación me ayudará pero algo algunos rasgos de él pude rescatar. Hice un ademán con la cabeza a modo de saludo, con una leve sonrisa un tanto irónica debido a mi enfado.

- hm.. Nein..

Susurró en un murmullo apenas audible. Saltó de forma felina y aterrizó de cuclillas delante de ella. Se puso en pie, dejando que la poca luz del lugar se reflejara en su perfecta sonrisa que irradiaba luz cegadora. Parpadeó haciendo aparecer y desaparecer sus ojos claritos a placer. Con la mirada le preguntó si podía ayudar

Lo observó todo como si fuera en cámara lenta, sin duda las pastillas le estaban haciendo efecto. Pestañeó un par de veces, tenía un mejor plano de él ahora. En su mirada pudo vislumbrar un pequeño deje de pregunta. Se encogió de hombros.

-Quizá si me dice su nombre- Murmuró al fin, cruzandose de brazos, hacía un poco de frío.

- Ezequiel Butz -

Susurró con un atractivo acento germánico. Cojió con suavidad la mano de ella y se agachó un poco para besársela de forma encantadora y elegante. Le acarició el dorso de la mano con sus perfectos labios y luego se la soltó de forma serena.

Su actó no pudo más que sorprenderla. Hasta ahora era el único chico que se comportaba como un real caballero. Esbozó una sonrisa al percatarse de su acento, quizá ahí estaba el meollo de todo.

-Katherine LeBlanc- Se presentó de vuelta- Un gusto Ezequiel-

- ein Vergnügen, Sie kennen zu lernen*

Se limitó a responder ensanchando esa perfecta sonrisa de anuncio de dentífrico. Se fijó mucho en los ojos de ella, era una manía que tenía. Eran preciosos. Sonrió para si mismo y hundió las manos en los bolsillos dirigiendo su mirada felina a las pastillas.

*[Es un placer conocerla]

Pocas veces me sentía intimidada por una mirada y ésta era una de ellas. Bajé la mirada y juguetée tontamente con las pastillitas, ya estaba comenzando a ver todo de forma bastante distorcionada. Una idea se cruzó por mi cabeza.

-¿Quieres?- Le tendí la cajita semi abierta para que sacara alguna si quería.

Ezequiel en teoria no hablaba el idioma. Miró la cajita en silencio y disminuyó el angulo de esa perfecta sonrisa irresistible hasta formar una media sonrisa misteriosa. Se aclaró la garganta, y para la sopresa de todos, habló con total normalidad el idioma local, dominándolo

- eso depende de para qué sean.. si son alucinógenas paso..

Sonreí, se comenzaba a entumeer mi cuerpo y no podía negar que la sensación era genial.

-Es Metadona, no alucínaras. Eso es seguro- Le dije con una leve risita, debería conocerla. Ya que los Alemanes la habían creado.

Ezequiel pensó largo y tendido tratando de recordar ese medicamiento.. sí, había leido algo. Utilizada durante largos periodos puede provocar aumento de peso y entumecimiento. Sus efectos persisten después del uso repetido; de hecho la contracción de las pupilas y la depresión respiratoria se aprecian por más de 24 horas después de una dosis única.

- ¿para qué la tomas?

Era de noche y fui a dar una vuelta por el bosque de alrededor del reformatorio...Iba a volver cuando escuche voces,voces conocidas..Me hacerque,eran dos chicos del reformatorio..El de la bromita y ..juraria que era katherine...

-Ehh!!-grite-Venir aqui!!

Ez oyó la voz de la cuidadora y rapidamente tomó las pastillas y miró a Shara para que no dijera nada. Sabía que era asqueroso.. pero era la unica manera de esconderlas sin que las encontraran. Se las metió en los calzoncillos y disimuló

- ¿si?

-Una larga historia- Hizo una mueca de desgrado, aun recordaba cuando le habían médicado esas malditas pastillas para hacerla subir de peso cuando estuvo metida fuertemente en los ED. Aunque realmente lo contrastaba con otros médicamentos para no lograr subir un gramo. Escuchó la voz de una chica y observó lo que dijo Ez. Se quedó en su lugar sin decir nada.

-como que..si??Que haceis aqui??

Ezequiel se adelantó un paso, cubriendo con su cuerpo bastante del de Katherine, como si la protegiera. Carraspeó a sabiendas que estaba prohibido y que ahora los castigarían. Pensó rapidamente y dijo

- vine a.. hacer mujer a esta chica, pero no se deja.. la engañé para venir..

Puso cara de malo

Me quede con los ojos en blanco...
-Katherine te puedes ir,esta vez te has librado-dije mirandola

Miré con cierta escépticismo a Sarah y dí algunos pasos para dejarme ver.

-Claro, pero no me iré sin él- Sentenció, cruzandose de brazos. No iba a dejar que lo castigaran y yo las sacara peladas.

Ezequiel miró muy serio a Kate y le dijo con la mirada que se fuera ahora mismo. No le iva a pasar nada, tenía un buen plan

- largo antes de que te viole..

Gruñó acercándose peligrosamente a ella

Mire la situacion y se sorprendio..
-Enserio es eso lo que a pasado??-dije empezando a dudar...

Apreté la mandíbula y lo miré desafiante captando su mirada. Odiaba que me dieran ordenes pero, al parecer esta vez era necesario. Le dediqué una sonrisa algo pedante a Sarah y me dí media vuelta, cruzando los brazos y sin emitir palabra emprendió el camino de vuelta. Ahora si era oficial había sido un día asquerosamente artante.

Ezequiel se quedó muy serio mirando a Kate alejarse y luego miró a Sarah apretando las mandíbulas y se atrevió a susurrar de forma envenenada

- ¿vas a castigarme?

-Acaso tengo otra opcion??-pregunte deseosa...

- si no lo sabes tú.. menos lo sabré yo

Dijo secamente y la miró fijamente a los ojos con esa murada felina que lo caracterizaba. Sabía de sobras quee sa chica tenía su misma edad aunque se creyera mayor.