Muriendo... [Libre]

Siempre estuviste loca, Erin.
Sacudí mi cabeza con fuerza, como queriendo espantar a algo que no debería estar ahí, que nunca tendría que haber estado.
Sentada en el banco, traté de ignorar la voz dentro de mí.
Loca, loca, loca, loca, repite la voz incesantemente.
-Cierra tu condena boca-
Hasta hablas contigo misma, demente.
-Muérete-
Mátame. Vamos, córtate las venas y acaba con esto. O ahogate. Muérete.
-Cállate-
Tú lo mataste
-¡Yo no maté a nadie!-
Muere y acaba con esto.
Saqué una navaja del bolsillo de mi chaqueta y posicioné el frio metal sobre la piel de mis muñecas. Dubitativa, lo deslizé un poco, y una gota color escarlata corrió sobre mi piel.
-No quiero hacerlo-
Tienes que hacerlo.
Miré mis muñecas, un poco más decidida. Tenía el valor, ¿pero de verdad todo terminaría?

Estaba paseando por los jardines tranquilamente, fumandome
un piti como siempre. Hacia aire fresquito pero no se estaba nada mal.
Una suave brisa hizo que mi cabello revoloteara suavemente.
Mi vista se fijo en una chica, bastante guapa. Dudé en acercarme e iba a
irme cuando la vi con algo en la mano, algo afilado, entonces entendi lo que iba a hacer, me acerqué corriendo.

- Eh!! - le grité. La cuestión era que me sonaba.

Escuché un grito y me paré de un salto, escondiendo la navaja en mi espalda. -¿Que sucede?- pregunté, haciendome la inocente.

Llegué a su lado con la respiración entrecortada.
Pues nada más verla me habia acercando corriendo.
- ¿Se puede...saber... que ...coñ*...hacias..?- le pregunté.

-Mmm... nada. Estaba contemplado el parque- dije, intentando sonar convincente., mientras buscaba algún lugar donde arrojar la navaja sin que se percatara.
Eres patética mintiendo

Rodeé los ojos.
- si... y yo soy la reina de inglaterra.. - le espeté. No me gustaba que me mintieran, y menos en una cosa tan seria como aquella.
Bufé.

-¿De veras?- pregunté. -Se te ve muy joven- me lanzó una mirada severa. -Ya, estaba probando algo ¿si?-

Ice un gesto con la mano un poco raro.
Y puse los ojos en blanco. No queria discutir la verdad.
- Esta bien... dejo de lado el tema.. - le dije. Luego sonrei.
- ¿puedo sentarme? - le pregunté.

-Claro- me senté e hice lugar en el banco. -¿Como te llamas?- pregunté con curiosidad.

Me senté a su lado. Y me puse de rodillas.
- Lucy, pero puedes llamarme Lu - le dije sonriendo. - ¿y tu? - le pregunté también.

-Soy Erin- dije, y se arrodilló a mi lado. -¿Que hacias?- pregunté.

- Un placer - le guiñé un ojo y no dejé de sonreir.
Abri los ojos un momento. - tomar el aire.. - le dije encogiendome de hombros. - lo necesitaba - le dije sincera.

Sonreí. -Si le guiñas el ojo a todo aquél que va por ahí tendrás problemas- dije riendo.

Arrugué la nariz. Nunca me habían dicho eso.
- Pues... tienes razón... - le dije haciendo una mueca. - pero es una costumbre.. - confesé encogiendome de hombros otra vez.

-Te entiendo- dije y suspiré. -¿Por que estas aquí?-

Sonrei. Esa pregunta no fallaba nunca. Siempre acababa respondiendola en todas las conversaciones.
- Robar.. esa fue la ultima gota que colmó el vaso para que me encerraran aqui - le conté.