Ocutándose [Janis]

Ezequiel llegó al lugar. Al incio de la carrera fué ella quien tironeó de él, pero pasados los minutos fué Ezequiel el que llevó la voz cantante de la huida. Los ocultó en el vestuario de chicos del gimnasio. Cerró la puerta y se dejó caer al suelo, jadeando. Se miró la mano, manchada de la sangre del cuidador. Se hizo un ovillo en silencio, odiándose..

*Entramos al vestuario de los hombres del gimnasio y me apoyé en la puerta resbalándome hasta el suelo jadeando intentando recuperar el aliento. Vi a Eze en el suelo echó un ovillo y me acerqué a él gateando. Tenía intención de gritarle por haberse metido cuando le había dicho que se quedase donde estaba pero no lo pude hacer al ver su rostro.*
-Eze… ¿estas bien?
*Pregunté en un susurro mientras acariciaba su mejilla.*

Ezequiel había enterrado el rostro en las rodillas y se abrazaba las piernas, encojido de tal modo que podría caber en cualquier lado. Apenas pudo oir la voz de Janis dado que le acababa de entrar un ataque de ansiedad. Sus ojos celestes estaban vidriosos, comos si el mar de sus ojos se desbordara lentamente.. Levantó la mirada y la miró sin poder decir nada, dado que tenía un nudo en la garganta.. se ahoga solo.. le faltaba aire.. se puso más nervioso

*Le cogí el rostro con mis dos manos y hice que me mirase fijamente.*
-Ezequiel calmate. Ese idiota se merecía tu golpe. Venga calmare. Respira por la nariz y expulsa el aire por la boca. Venga, hazlo conmigo.
*Dije dedicándole una dulce y preocupada sonrisa. Empecé a inspirar por la nariz expulsando el aire por la boca lentamente mirando a Eze para que hiciese lo mismo.*

Ezequiel empezó a hacerlo y al principio no lograba mantenir el ritmo y se ahogaba más, notando como el aire no llegaba a llenar sus pulmones. Al final logró calmarse pero cuando se dió cuenta las amargas lágrimas ya corrían mejillas abajo

- no.. mires..

*Solté un suspiro de alivio al ver que se calmaba y me dejé caer quedándome sentada delante de él observando y estiré mi mano limpiando las lágrimas que resvalaban por sus mejillas.*
-No me seas tonto…aquí dentro acaba llorando hasta el chico mas fuerte…con el tiempo ya no te quedan lágrimas.
*Dije dedicándole una amarga sonrisa mientras le miraba*
-¿Estas bien?

- no.. no estoy bien.. soy como él.. soy como él..

No paraba de repetir con ojos vidriosos. Sintió la necesidad de autoherirse para curar la herida de su interior, como si así se sintiera mejor y se perdonara por agredir a alguien. Desde que había apalizado al juez y a su padre se dió cuenta. Eran tan despreciable como esa asquerosa figura paterna. Las duras palabras de Josh Butz no paraban de rebotar en su mente "no te quiero... ¿cómo voy a quererte? eres un monstruo" "por tu culpa tu madre estña muerta.. no deberías haber nacido" "si pudíera te mataría yo mismo"..