¿Un tentempié?

*De nuevo me había negado a ir a comer por lo que dos cuidadores habían ido a buscarme al dormitorio y ahora me arrastraban cada uno de un brazo. Pase mi lengua por el labio que tenia un poco de sangre por un golpe que me había dado uno de los dos al intentar escaparme. Me sentaron con brusquedad al lado de un chico con una maleta y me trajeron un plato de comida.*
-Come.
*Me ordenó uno de ellos mientras ambos se alejaban y le pedían a unos de los guardias que estaba allí que me vigilase. Observé los guisantes del plato y metí uno en la cuchara tirándoselo a un guardia dándole en toda la cabeza pero cuando se giró para mirarme desvié la mirada con rapidez.*

*Giré mi cabeza mirando al chico y levanté una ceja al escucharle y rodé los ojos.*
-Claro que si, de postre puedes elejir a cualquier cuidador, seguro que estarán encantados de dartelo
*Murmuré mientras cogi la servilleta y me la llevaba al labio apretando haciendo una pequeña mueca. El puto cuidador me había dado un buen golpe. Al ver que no comía el guardia se acercó a mi y dio un golpe en la mesa pero no me inmuté.*
-Come Janis o vas de cabeza a la sala de castigo.
*Me llevé un guisante a la boca y me giré escupiéndole el guisante en la cara*
-Estas tu solo en el comedor, solos sois unos cobardes así que no amenaces. Sabes que si me llevas a la sala de castigo tú solo, tú serás el que saldrá peor parado.
*Dije mientras le miraba desafiante. El guardia me miró durante unos instantes y después de dio la vuelta alejándose de nuevo. En grupo eran muy valientes solos eran unos cobardes*

*Me reí al escucharle y negué con la cabeza lentamente.*
-Eres un creído, te llevarás mas de una paliza por eso, ya te aviso.
*Murmuré con indiferencia mientras jugaba con el cuchillo entre mis manos. La gente creía en ese lugar siempre solía acabar en alguna pelea con algún interno por haber coqueteado con la chica de otra o por decir algún comentario fuera de lugar. Observé la cajetilla de los cigarro e hice una mueca de asco al ver que eran metolados.*
-No, no quiero.

*Moví la mano delante de mi haciendo desaparecer el humo que me había echado en la cara y le miré furiosa.*
-¿Quieres saber por donde te puedes meter el humo novato?
*Le pregunté mirándole con las cejas levantadas. Me levanté del asiento y cogi mi plato yendo hasta la basura y tirándolo todo dentro de ella, no me iba a comer esa basura ni de broma, estaba asquerosa, prefería morirme de hambre.*

*Sentí como me arrinconaba y le pise en el pie con fuerza para que separarse y cuando lo hizo contesté a su pregunta.*
-Mira, te metes un tubo por el culo entonces le pides a unos de tus postres que te eché el humor por ahí, corre, ves a probarlo.
*Me alejé de él y me paré delante del guardia que me dio mi pastilla. Me le metí en la boca y me la tragué dejándomela como siempre en la garganta. Abrí la boca y levanté la lengua y tras comprobar que no estaba me dejó marchar. Me paré en el pasillo delante de una basura y tosí con fuerza haciendo que la pastilla saliese disparada y la tiré en la basura*
-Idiotas…

*Sentí como me cogia de la muñeca tocando las cicatrices de mis intentos de suicidio pero no me alteré, todo el mundo sabia que me había intentado suicidar varias veces así que el novato se enteraría tarde o temprano así que me dio igual*
-Yo, ¿temerte a ti? Sigue soñando que dicen que es gratis.
*Le di unos golpecitos en la mejilla mientras hacia un gesto brusco soltándome de su agarre.*
-Y no me toques.

*Me empecé a revolver cuando sentí como me agarraba pegándome a él y colocando mis manos detrás de mi espalda impidiendo que las moviese. Odiaba que me tratasen así por lo que dejé de revolverme y le miré a los ojos furiosa.*
-Pues no me agarres.
*Dije mientras le daba un rodillazo en la entrepierna para que me soltase*

-Déjame pensar…Ah si, ¡Suéltame de una puta vez o te cortaré las pelotas!
*Grité mientras me volvía a retorcerme con violencia dándole algunos golpes por el cuerpo debido a mis movimientos intentando que soltase mis manos, no me gustaba que me impidiesen moverme, me recordaba demasiado a los momentos que pasaba con los cuidadores en la sala de castigos y me empecé a poner nerviosa.*

*Seguí revolviéndome mientras me empujaba hacia la pared y me quedé quieta cuando me puso la mano en la boca respirando agitadamente sin apartar mi mirada de la suya. Cuando me soltó me froté las muñecas intentando hacer desaparecer ese molesto dolor que se había creado al tenerlas cogidas con fuerza*
-Idiota.
*Dije bien alto para que me escuchase. Pensé que me iba a pagar lo que me acababa de hacer, lo bueno de ser la mejor amiga del camello era que él se enteraba de quien era todo el mundo y el por que estaban allí y si yo se lo pedía le haría pagar al novato haberme puesto una mano encima*

*Le miré mientras seguía frotándome las muñecas, el hijo de perra me había cogido con fuerza, tenia las muñecas rojas. Le sonreí mientras me acercaba a él quedando delante.*
-Nos veremos cuando estés muerto y yo esté bailando encima de tu tumba.
*Dije hablando con un tono de voz frío. Le di la espalda y empecé a caminar alejándome*

*Solté un bufido de rubia al escucharle y me agaché sacándome el zapato y se lo tiré con la intención de darle en la cabeza, ese idiota era insoportable, se creía el rey del mundo.*
-Lo mismo te digo, en tus sueños.

-¡Eh, mi zapato!
*Grité mientras empezaba a ir detrás de él a la pata coja. Si hubiese sido con un amigo me hubiese reído de la situación pero ese chico no era mi amigo, ese chico era un idiota creído y asqueroso.*