Sin saber qué hacer [LIBREE]

Este sitio era una cárcel,no sabía qué demonios hacer;yo no quería estar aquí,prefería dormir en la acera antes que estar interna en un reformatorio.Pero no tengo opción,la orden de ese condenado juez era definitiva.
Entré en una pequeña sala de estar con mi minifalda corta flotando tras de mi,haciendo ruido con los tacones de aguja también negros.Si,seguía vistiendo como en mi "trabajo" en aquel prostíbulo,no creía que fuera a cambiar nunca...
Era un caso perdido,¿por qué no me dejaban en paz y punto!
Literalmente,me tiré a un sofá cercano,poniendo los brazos tras la cabeza mientras miraba al techo y suspiraba.
-Vaya mierda...-musité en el silencio de aquella habitación,ahora vacía.

*Estaba paseando por el reformatorio ignorando las miradas de los “cuidadores” que como siempre me miraron de arriba abajo como hacían con todas las chicas de este lugar, eran todos repugnantes. Hacia un par de días me había llegado la noticia de que mi “adorada prima” iba a ser también internada en el reformatorio pero me daba igual, nunca me había llevado bien con ella aunque tampoco la veía mucho pero las veces que os veíamos acabábamos diciéndonos de todo menos bonitas y yo además con un ataque. Al pasar por la sala de encuentros vi una melena pelirroja inconfundible y me apoyé en el marco de la puerta mirándola.*
-Quien puta es…puta se queda.

No me sorprendió oír esas palabras de esa voz tan familiar (por desgracia);esbocé una sonrisa desagradable,sin desviar la mirada del techo.Estaba al corriente de que Janis estaba aquí,era normal,siempre fue la loca de la familia...
-Hola a ti también.-dije simplemente con ironía,cruzando las piernas sobre el sofá,las cuales estaban al descubierto hasta más de la mitad del muslo.
No me molestaba que me llamasen puta,lo había sido y era el único trabajo que conocía,así que...

-Ni siendo interna en un reformatorio me libro de ti, no sé por que no me dio el ataque mientras estaba contigo…
*Murmuré mientras me sentaba en un sillón delante de él. A diferencia de ella yo vestía con unos tejanos y una camiseta de manga corta bastante vieja, la ropita que ella llevaba solo le iba a servir para que los guardias abusasen de ella…*
-No te conviene vestir así por este lugar. Como lo hagas abusaran de ti día tras día.
*Le dije mientras la miraba directamente a los ojos. No me llevaba muy bien con ella pero odiaba que los cuidadores abusasen de las chicas de ese lugar, yo prefería mil veces las palizas a que me hiciesen tocarles.*

Rodé los ojos por su primer comentario;yo podía decir lo mismo,tampoco me libraba de ella.Me levanté de modo ágil hasta estar sentada de un modo correcto sobre el sofá,con mis piernas todavía cruzadas.
-¿Qué importa ya?Han abusado mucho de mi allí donde estaba al principio.-dije con hastío,yo no había decidido empezar en el prostíbulo por voluntad propia,al principio era horrible,degradante...al cabo del tiempo,acabas resignándote.
Aún así,me llevé las manos a los extremos de la falda,tirando de ella hacia abajo como si pudiera alargarla;debería de hacer caso...pero,¿aceptar consejos de la desequilibrada de mi prima?No me gustaba...
-Bueno,te veo...como siempre,no has cambiado.-comenté mirándola de arriba a abajo con una ceja enarcada.No es que me gustara ser desagradable con ella,pero las costumbres nunca se van.

-Tu misma, solo te lo digo para que lo sepas, no es muy agradable…pero tu misma, si quieres que sigan abusando de ti aquí dentro también sigue vistiéndote con mini faldas y camisetas escotadas, serás la putita de todos.
*Comenté mientras la miraba con indiferencia encogiéndome de hombros. Observé como se bajaba la falda y sonreí levemente mientras echaba la cabeza hacia atrás observando el desgastado techo del lugar.*
-Si, yo también te veo igual que siempre solo que mas puta y ahora encerrada en el mismísimo infierno. Espero que tu condena sea corta por que sino…lo vas a pasar muy mal.

Reí secamente,borrando de mi cabeza todo pensamiento de intentar ser un poco menos desagradable con Janis;era una maldita bruja desquiciada...no podías ser simpática con alguien como ella.
-Ya he estado en el infierno,esto no será para tanto.-solté echando un mechón de mi pelo tras la oreja,con una expresión neutra.-Aunque claro,espero que no haya tantas desequilibradas como tu por este sitio,ya tengo bastante contigo.-volví a enarcar la ceja,con expresión de desprecio.
Sabía perfectamente todo lo que había hecho,de un momento podía ser la perfección en persona,que de repente se volvía la mayor psicópata del mundo.Siempre le había provocado muchos de esos ataques de locura suya,que a mi me divertían...me divertía hacerla explotar,tanto como ella disfrutaba ponerme en ridículo.

-Tu infierno te parecerá el cielo comparado con esto. Allí te pagaban por acostarte con ellos, aquí simplemente o lo haces por las buenas o por las malas y de ambas maneras es desagradable.
*Le expliqué mientras le miraba. Sabia que posiblemente no me iba a creer o pensaría que lo estaba diciendo solo para asustarla pero era cierto, era lo que allí te hacían Me reí al escuchar lo de los desequilibrados y clavé mi mirada en la suya*
-Si, hay bastantes pero son inofensivos, les dan medicamentos demasiado fuertes y se quedan drogados, de los locos yo soy la mas peligrosa así que…cuidado primita, cuando me da un ataque no me controlo.
*Dije con una siniestra sonrisa mientras me echaba el pelo hacia atrás*

Me encogí de hombros por lo primero que dijo,sabría cuidar de mi misma en este antro,de eso estaba completamente segura,da igual lo que dijera Janis.
-Se a la perfección cómo eres en tus ataques,¿no lo recuerdas?-le respondí cruzándome de brazos.-Estoy prevenida,no te "preocupes" por mi Janis.-ironicé sin separar los brazos.
Todavía recuerdo cómo gritaba,como una poseída...por mi cuerpo tenía alguna que otra cicatriz de un golpe suyo cuando la provocaba.

-Ah si, es verdad, tú me provocabas algunos aunque estoy segura de que luego te arrepentías de haberlo echo.
*Dije dedicándole una burlona sonrisa. A Lory le encantaba verme con mis ataques, le gustaba provocarme hasta que me daba uno para ver como mis padres me hacían tragarme las pastillas a la fuerza pero antes de eso ella siempre recibía algún golpe bien merecido.*
-Y no es que me preocupe de ti, es que aunque no te soporte odio que los guardias se aprovechen de los internos y si estas prevenida…puedes intentar defenderte…

-No me arrepentía,era mayor la satisfacción de ver cómo te agarraban mientras te retorcías que los golpes que pudiera haber llevado.-le devolví una sonrisa igual de burlona,y también algo malévola.Janis siempre sacaba lo peor de mi,además de que yo sacaba lo peor de ella...
-Nadie me va a volver a tocar jamás,a no ser que yo lo consienta,no hace falta que me adviertas.

*La miré y no pude evitar reír al escuchar lo último que decía, como se notaba que era nueva en ese lugar y que no la habían llevado a la sala de castigo. Si había una cuidadora te salvabas, solo te daban la paliza pero como no estuviese la Cuidadora y solo hubiese cuidadores…ahí no te salvaba nadie por que mientras unos te aguantaban…agité la cabeza alejando esas imagines de mi cabeza*
-Tu misma.
*Dije simplemente mirándola con frialdad*

-Así es,yo misma.-dije con un filo cortante en mi voz,tirándome hacia atrás,contra el respaldo,con los brazos tras la cabeza en una posición despreocupada.No pensaba preocuparme o asustarme por eso,si llegaba ya vería la situación.-¿Algo más que decir,Janis?-la miré con una ceja elevada.